“Que soy grifa y pura negra”, un enunciado claro en el que una mujer declara su raza negra siendo evidente que no es en su totalidad de esa raza. Este es exactamente el punto del poema, fomentar el orgullo de ser de raza negra porque los puertorriqueños somos una mezcla de varias razas, no nos hemos de llamar blancos. Es evidente el legado negro que llevamos en nuestros rostros y en nuestra lengua a pesar de que muchas veces despreciamos nuestra herencia africana. Muchos de nosotros llevamos herencia de esclavos africanos traídos a este país, muchos de las cuales fueron violadas y maltratadas por sus amos.El producto de esta violación se solía considerar una vergüenza, porque representaba la mezcla entre razas, la unión con aquellos que nos estaban oprimiendo. Pero la verdad es que de esas violaciones Y es hora de comenzar a aceptar quienes somos nosotros, somos esa mezcla de narices, de estaturas, de contexturas y de lenguajes, somos esa mezcla de costumbres, de ideales, de religiones y ser esto no es motivo de vergüenza.
También se denuncia el maltrato del amo hacia el esclavo y sus equivocaciones hacia aquellos seres humanos que fueron traídos a esta isla para servir. Pues muchos han vivido sometidos al martirio de servir incondicionalmente y se le ha sido injusto a los negros. Esta no es una realidad del pasado, porque es aún hoy que no se considera signo de belleza el ser negro. Se desean las narices perfiladas, las contexturas pequeñas y delicadas, se desea ser blanco y delicado. Si seguimos negando de dónde venimos nunca sabremos hacia dónde vamos.
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