Abelardo Diaz Alfaro

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Presentacion acerca de Abelardo Diaz Alfaro. Trabaje con el companero Rafael Martinez en la integracion del concepto de la personalidad puertorriquena en los cuentos de Don Abelardo. Espero que la presentacion sea de su agrado.

Foto Reflexion- Cuando era Puertorriquena de Esmeralda Santiago

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Acerca de la Pelicula "Ser Puertorriqueno"

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“Ser Puertorriqueño es una labor diaria”, con este mensaje inspirador comienza la película que me sirvió para entender un poco más lo que es en realidad ser de aquí. Desde el lado antropológico somos una mezcla de varias razas, sin embargo, esto no nos da nuestra nacionalidad. Nuestra nacionalidad nos la damos nosotros mismos, es sentirnos orgullosos de lo que somos y de quienes somos.
Sentir nuestra nacionalidad puertorriqueña también es parte de nuestra identidad, es sentirnos todos como hermanos parte de un mismo todo. Nuestra identidad nos da una razón como pueblo nos da el sentimiento de pertenencia y la unión como isleños. La identidad se gana explorando a Puerto Rico, conociéndolo, sabiendo quienes somos, de donde somos y de dónde venimos.

Nuestra cultura es también una mezcla de varias culturas, también las personas que nos representan ayudan a que nuestra cultura se aprecie en otros lugares. Nuestros deportistas, nuestros cantantes, todas las personas que han salido de Puerto Rico a intentar poner nuestro nombre en alto son representantes de quiénes somos y nos identifican como pueblo. Ser puertorriqueño es más que decir que somos puertorriqueños, es sentirlo, es vivirlo, es hacer todo lo posible por preservar esta tierra, nuestra cultura y nuestra identidad.

Acerda de "Insomnio" de Manuel Ramos Otero

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Reflexionar sobre la muerte nos puede causar tristeza, nostalgia o inseguridad. La verdad, es que todos sabemos que estamos vivos pero nunca sabremos dónde es que estaremos al final de nuestras vidas. No saber en qué momento o en qué lugar nos vamos a morir nos provoca incertidumbre y en ocasiones miedo y a menudo pedimos saber más sobre la muerte deseando saber cuánto tiempo nos queda. Irónicamente, es una bomba de tiempo el tener en mano una carta que nos dicte el tiempo exacto que nos queda de vida.


Ansiosamente comenzaremos a preguntarnos sobre lo que hicimos o lo que dejamos de hacer, sobre lo que somos o lo que seremos una vez crucemos la puerta de esta vida. Una vez abierta esa carta esperamos al momento de morir, visualizando lo que será el lugar más allá de esta vida carnal. Si realmente podremos o no continuar disfrutando del placer y de lo que somos; si en algún momento volveremos a sentir. Esto sucede al momento de abrir la carta que nos dice que tenemos una enfermedad terminal o alguna condición que nos cesanteará de este mundo. Al momento de abrir esa carta dejamos de vivir.

Acerda de "Pulseando con el dificil" de Ana Lydia Vega

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La transición idiomática del español al inglés en Puerto Rico ha sido un tanto compleja. Tanto así que aún en el siglo XXI Puerto Rico se ubica en una etapa “spanglish” en la que podemos notar que nuestro idioma nativo se ha fusionado de una manera tal con el inglés que a veces parece difícil entendernos con otros hispanohablantes. Desde la invasión norteamericana hemos estado “pulseando”, según menciona Vega, con nuestra cultura como puertorriqueños y las incidencias culturales norteamericanas como lo han sido la comida y el idioma. Nos encontramos en un “pulseo” constante entre lo que es de aquí y lo que viene de afuera.
Y a menudo tendemos a ver lo de los norteamericanos como algo superior o de mejor calidad. Estas tendencias americanistas han marcado para siempre nuestra cultura, a tal punto que la educación en inglés se considera algo mejor, algo superior a nuestro idioma madre el español. Nuestro error como cultura y como pueblo queda en que no hemos sabido preservar la esencia de nuestra lengua y la hemos combinado con la lengua invasora obteniendo un tipo de idioma que no cualifica en ninguno de los dos anteriores. A pesar de que los cambios mantienen la lengua viva, debemos preservar nuestras palabras culturales para que nuestra lengua materna con nuestros regionalismos e insularismos no mueran. Nuestros rasgos culturales no irradian solo en nuestra lengua, pero nuestra lengua nos preserva como pueblo, nos une como cultura.

Acerda de "La generacion o sea" de Luis Rafael Sanchez

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O sea que estamos perdiendo toda capacidad de expresarnos apropiadamente. Porque tal vez nos sentamos cuatro horas diarias frente a un televisor en lugar de leer un buen libro y alimentar nuestro cerebro. O tal vez estamos viviendo en una época en la que hemos perdido cualquier noción de la importancia del léxico en lo que es nuestra lengua como parte de nuestra cultura y como método de comunicación. No nos hemos dado cuenta que como pueblo estamos siendo educados defectuosamente, y no hablo sobre un sistema de educación sino por nuestra misma entrega y pasión hacia los procesos intelectuales o cualquier proceso que requiera el uso de una o dos neuronas. Estamos desinteresados, no parece importante el buen uso de la lengua, y a través de esto nos estamos llevando nuestra cultura idiomática.

No ejercitamos nuestra mente lo suficientemente bien como para que las palabras fluyan con el pensamiento, sino que nos estamos encerrando a conversaciones superficiales en las que se repite la misma palabra siete veces. Hemos sustituido palabras enriquecedoras para describir por el uso de muletillas o interjecciones que muchas de las veces no van con el significado de la oración o de lo que realmente se desea decir. Se podrían apuntar muchos culpables, pero en realidad pienso que designar culpables es una pérdida de tiempo. En lugar de hacer esto, deberíamos aceptar que estamos maltratando nuestra lengua con la rendición intelectual y que estamos creciendo en un pueblo incapaz de expresarse correctamente. Aceptando que estamos mal, podemos entonces comenzar a educarnos y a educar a los demás.

Acerca de "La Borinquena" de Lola Rodriguez de Tio

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http://www.youtube.com/watch?v=kOKUUqE08cY&feature=related

La verdadera Borinqueña suelen llamarle los patriotas a este poema. Se le dice la verdadera porque en la misma se describe la personalidad del puertorriqueño claramente. Últimamente, nos hemos dejado pisotear, echar para el lado y nos hemos dejado maltratar. Siempre manteniendo la cabeza en alto y soportando cualquier circunstancia que se nos depare. Este himno es un llamado del borincano para que despierte, para que tome cartas en el asunto y que no se dé por vencido y luche. En el mismo vemos que comparan los otros pueblos hermanos que ya son libres y que tomaron su libertad por la fuerza, haciendo un levantamiento masivo del pueblo. “Ya no queremos, tímidos, dejarnos subyugar”, pero nos seguimos subyugando, seguimos adaptándonos a las condiciones que los colonizadores nos propongan.

Estamos “dormidos y sordos” ante la realidad que estamos viviendo, esperamos que nos resuelvan nuestros problemas aquellos que vengan del exterior. Pero pueblo dormido puedo perdido. Sólo podremos obtener nuestra libertad si la deseamos y si la luchamos; la libertad es un don preciado que sólo se obtiene con sacrificio. Obtener nuestra libertad, nos ayudará también a definir nuestra identidad como pueblo. Una revolución masiva, como a la que llama este poema, depende de la empatía de cada puertorriqueño hacia sus hermanos. Tener empatía, tener hermandad y unirse por una misma causa es lo que define a un pueblo como el mismo. Nuestra patria se definirá claramente ese día, como se definió en aquél intento fallido del Grito de Lares, como se define en las huelgas y manifestaciones masivas del pueblo. Como se define cada vez que un puertorriqueño decide romper con los esquemas. Si continuamos bajando el lomo, sometiéndonos a lo que se nos dice que debemos hacer no tendremos un grito lo suficientemente fuerte como para poder ser escuchados.