Reflexion #2
Sentimiento de nostalgia y de tristeza ante la mujer que disfraza con palabras las vivencias y comportamientos de su madre. Triste es la realidad de su madre infeliz, pero más triste aún es la realidad de las muchas personas que viven a consciencia su infelicidad y aún así no hacen nada. Es triste ver como un ser humano se desploma ante su realidad, sabiendo de ante mano que el potencial del ser humano es inmedible, impalpable; llegará hasta donde él mismo se lo permita. Es triste, además, ver como un ser humano construye una realidad alrededor de algo inexistente. La mujer del poema simboliza muchos caracteres, en especial lo que es ser humano.
Desde que nacemos estamos destinados a morir. Somos creaturas miscibles, marcadas, con un reloj en retroceso, así que como la mujer del poema tenemos todas las razones para ser miserables y no hacer nada al respecto. Somos así y nada nunca podrá cambiarnos, nada más que nosotros mismos. Pues si vemos todas las cosas malas de la vida el enfoque no nos permitirá voltear para ver las cosas buenas. Si no prestamos atención a los buenos y bonitos detalles sólo veremos los malos. Si vemos que nos atan cadenas y decidimos vivir amarrados seremos igual de infelices que aquellos que nos ven vivir amarrados y deciden no ayudarnos. La vida es una toma de decisiones y la felicidad depende de esto: decidir el cambio para hacer el cambio. Porque si nunca hubiéramos mirado al cielo nunca hubiéramos visto las estrellas.
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